Atesorar arriba cambia la manera en que vives aquí

Lectura base:

“Busquen primero Su reino…” —Mateo 6:33

“Pongan la mira en las cosas de arriba…” —Colosenses 3:1–2

“…acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro.” —1 Timoteo 6:17–19

Lo que Jesús enseñó sobre los tesoros se repite en toda la Biblia:

Busca primero el Reino.

Pon tu mirada arriba.

Deposita tu esperanza en Dios, no en las riquezas.

La verdadera riqueza no está en tus logros ni en tus posesiones, sino en lo eterno. Entonces, ¿cómo se acumulan tesoros en el cielo? Si acumular en la tierra era invertir tiempo y energía en lo que perece, acumular en el cielo requiere el mismo empeño, pero con la intención correcta.

Atesorar en el cielo es:

1. Enfocar tu vida en lo eterno: No vivir por lo que se acaba, sino por lo que permanece.

2. Invertir tus recursos en lo que tiene valor eterno: Tiempo, servicio, dones, finanzas, palabras.

3. Ordenar tu corazón alrededor del Reino: Cuando Cristo es tu tesoro, lo terrenal pierde dominio. Pablo dijo: “Todo lo considero como basura, comparado con el incomparable valor de conocer a Cristo” (Filipenses 3:8).

4. Practicar la generosidad: Dar rompe cadenas de avaricia y ansiedad.

5. Vivir con los ojos en la cruz y no en los catálogos: La cruz define qué vale y qué no.

   
   

Este llamado no es para ganarte la salvación. Dios no dice: “Esfuérzate para que Yo te acepte”, sino: “Esfuérzate por vivir libre, por entender el verdadero sentido de la vida.”

Cuando llenas tu corazón de deseos materiales, también lo llenas de ansiedad y cargas que Dios nunca quiso para ti. Este esfuerzo es para ser transformado, porque ya eres Su hijo y Él sabe cuál es el camino que te dará descanso.

Aplicación

Hoy pregúntate:

¿Dónde estás invirtiendo tu mejor energía: en lo que perece o en lo que permanece?

Pídele a Dios que te enseñe a atesorar lo eterno con intención, gozo y libertad.