Día 30: Justificados de una vez y para siempre

Lectura base: Romanos 5:1

Tema: La justificación es un acto, no un proceso

La justificación no ocurre por etapas, ni es un rango que uno va subiendo según su conducta. Es un acto único, definitivo y eterno. Ninguno de los que hemos creído en Cristo somos “más justificados” que otros; si ha ocurrido en tu vida, ocurrió una vez y para siempre.

Pablo lo declara con total seguridad:

“Habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios” (Ro. 5:1).

Warren Wiersbe explica que una traducción literal sería: “Una vez por todas, justificados por la fe”. Es decir, no hay repetición ni mejoras posteriores: el veredicto de Dios es firme desde el instante en que crees.

¿Por qué es tan importante entenderlo? Porque la conducta de Pedro en Gálatas 2 podía dar la impresión de que, además de la fe en Cristo, se necesitaba algo más para estar bien con Dios. Esa idea convierte la justificación en un proceso humano, no en un acto divino.

Una ilustración de gracia

En Las Crónicas de Narnia, Edmund traiciona a sus hermanos y merece el castigo de la ley de Narnia. Pero Aslan toma su lugar y muere por él. En la coronación, Edmund recibe un nuevo nombre: Edmund el Justo.

No hubo un periodo de prueba para ver si había cambiado. Fue un acto inmediato de gracia, basado en lo que otro hizo por él. Así es la justificación: Dios nos declara justos no por lo que hacemos, sino por lo que Cristo hizo en la cruz.

La verdad central

Pablo lo resume así:

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos hechos justicia de Dios en Él” (2 Co. 5:21).

Tú y yo no podemos borrar nuestro historial delante de Dios con buenas obras. No hay “período de prueba espiritual” para que Él decida si nos acepta. El momento en que creemos en Cristo, nuestro estatus ante Dios cambia para siempre.

Aplicación:

No vivas como si Dios aún estuviera evaluando si eres digno de Él. Si creíste en Cristo, ya eres justo a Sus ojos. Vive en esa paz y libertad, no para ganarte Su favor, sino porque ya lo tienes.