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Día 55 – El fruto que crece en silencio

  • Foto del escritor: Orlando Rodríguez Fonseca
    Orlando Rodríguez Fonseca
  • 29 sept
  • 2 Min. de lectura

Lectura base: Gálatas 5:22–23

Tema: El fruto del Espíritu es obra de Dios, no de tu esfuerzo






Reflexión


En la predicación pasada aprendimos dos verdades esenciales:


1- El mandato fundamental de la vida cristiana no es producir fruto por esfuerzo propio, sino andar en el Espíritu para que la vida de Cristo venza los deseos de la carne.


2- La verdadera gracia no nos lleva a descuidar la Palabra, la oración, la congregación ni la obediencia; al contrario, nos impulsa a usar estos medios para permanecer en Cristo y ver cómo el fruto aparece.



Pablo habla del fruto del Espíritu en singular, mientras llama obras a la carne en plural. Timothy Keller explica cuatro razones:


• Su crecimiento es gradual y desapercibido. Como la yuca que crece bajo tierra, el fruto puede no verse hasta que una prueba lo revela. Quizás hoy reaccionas con paciencia en situaciones donde antes explotabas; eso es el Espíritu trabajando.


• Su crecimiento es inevitable. Si permaneces en Cristo, el fruto vendrá sí o sí, incluso rompiendo obstáculos como una semilla que rompe el mármol.


• Su crecimiento es interno. No se pega el fruto a una rama muerta; es la vida del árbol la que lo produce. Así, el cambio que Cristo trae es profundo, no superficial.


• Su crecimiento es simétrico. No escoges “un poco de paz” y dejas fuera la mansedumbre. El Espíritu forma el carácter de Cristo completo, aunque algunas áreas maduren más visibles primero.



Verdad para atesorar


El fruto verdadero no es producto de tu esfuerzo humano, sino de la vida de Cristo en ti. Tu parte es permanecer en Él y cuidar los medios de gracia.



Oración


Señor, enséñame a dejar de empujar mi vida cristiana con mis propias fuerzas y a depender de tu Espíritu. Haz que tu vida en mí produzca un fruto real, profundo y equilibrado. Amén



Preguntas para reflexión personal


  1. ¿Dónde has visto que tu carácter cambió de manera silenciosa gracias al Espíritu?


  2. ¿Intentas producir fruto con esfuerzo humano o permaneces conectado a Cristo?


  3. ¿Hay alguna área donde necesitas rendir tu auto esfuerzo y confiar en que el Espíritu hará su obra?


Comentarios


Sobre nosotros

"En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor."

Efesios 4:15-16

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