Día 8 – Llamados por Gracia
- Orlando Rodríguez Fonseca

- 16 jul
- 2 Min. de lectura
Lectura base: Gálatas 1:6
Tema: Cuando el llamado no depende de ti
Pablo, sorprendido, escribe a los creyentes de Galacia y les dice: “Me maravillo de que tan pronto ustedes hayan abandonado a Aquel que los llamó por la gracia de Cristo…” (Gál. 1:6).
Aquí no está hablando de un simple error doctrinal, ni de un tropiezo menor. Lo que está en juego es el abandono de una relación. No es que simplemente dejaron una idea, sino que estaban dejando al mismo Dios que los llamó. Y ese verbo, “llamar”, no es poca cosa.
En el lenguaje bíblico, “llamar” no es simplemente invitar. No se trata de un anuncio general esperando una respuesta. Es un acto eficaz, personal y transformador de parte de Dios. Es Él interviniendo en la historia de alguien, rompiendo cadenas invisibles, despertando corazones muertos y trayendo luz a donde había oscuridad.
No se trata de que tú fuiste a Él. Fue Él quien vino por ti. Fue Él quien te llamó, te atrajo, te despertó, sin que tú lo estuvieras buscando. Ese llamado no surgió de tus méritos, sino de Su gracia.
Pablo lo dice con claridad: “…por la gracia de Cristo.”
Eso es lo que hace que este llamado sea tan glorioso. Dios inclinó toda Su benevolencia hacia personas que, por su pecado, estaban destinadas a lo peor. Personas que no solo eran incapaces de salvarse a sí mismas, sino que ni siquiera deseaban ser salvadas. Y, sin embargo, Dios se inclinó.
¿Por qué lo hizo? No por lo que vio en nosotros, sino por lo que Él es en sí mismo. Su amor no nace de nuestra obediencia, sino de Su carácter.
Verdad para atesorar
La gracia no es una recompensa por tu esfuerzo.
Es Dios tomando la iniciativa, Cristo tomando tu lugar, y el Espíritu despertando tu corazón.
La gracia no es un empujón para llegar: es la fuerza que te levantó del suelo.
Oración
Señor, gracias porque tú me llamaste. No lo merecía, no lo pedí, ni siquiera te estaba buscando… pero tú viniste por mí. Gracias por tu gracia irresistible que me rescató y me dio vida. Ayúdame a nunca abandonar al Dios que me llamó por gracia. Amén.
Preguntas para reflexión personal
¿Crees que fuiste tú quien buscó a Dios… o estás consciente de que fue Él quien te llamó primero?
¿Qué emoción te produce saber que tu llamado fue un acto soberano de gracia?
¿Estás viviendo como alguien que fue rescatado por gracia o como alguien que intenta ganarse el favor de Dios?
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