Gratitud que sostiene a quienes enseñan

Lectura base: Gálatas 6:6

Tema: La gracia nos hace agradecidos y generosos con quienes nos instruyen

Reflexión

Pablo escribe: “El que es instruido en la palabra, comparta toda cosa buena con el que le enseña.”

Vivir en la gracia no nos hace consumidores pasivos; nos hace creyentes agradecidos que honran y sostienen a quienes los alimentan espiritualmente.

A veces olvidamos el sacrificio detrás de lo que recibimos: la persona que cocina tu plato favorito, el amigo que te abre su casa, los músicos que preparan un tiempo de adoración, o el maestro que pasa horas estudiando y orando para traer alimento sólido a tu vida.

Pablo recuerda que compartir “toda cosa buena” no es un simple detalle administrativo; es una respuesta madura y espiritual. Puede tomar muchas formas:

• Orar por tu maestro y hacérselo saber.

• Contribuir a que pueda seguir preparándose (libros, recursos).

• Ofrendar intencionalmente para sostener su ministerio.

• Ayudar a suplir necesidades cuando sabes que puedes bendecir.

Esto no es un pago; es un acto de gratitud y amor. En un tiempo donde muchos piensan que todo debe ser gratis y que la iglesia que pide es oportunista, Pablo recuerda que apoyar a quienes ministran no es caridad: es un acto espiritual.

Incluso la ofrenda es un campo de batalla entre la carne y el Espíritu: la carne retiene y piensa solo en sí misma; el Espíritu nos enseña a vivir desprendidos, agradecidos por la Palabra recibida.

Verdad para atesorar

La gracia transforma consumidores en colaboradores agradecidos. Sostener a quienes te enseñan la Palabra es parte de vivir en el Espíritu.

Oración

Señor, gracias por quienes invierten tiempo y corazón para enseñarme tu Palabra. Ayúdame a honrarlos con gratitud, generosidad y oración. Que mi apoyo sea un reflejo de la gracia que recibo de Ti.

Preguntas para reflexión personal

1. ¿Valoro y oro regularmente por quienes me enseñan la Palabra?

2. ¿Cómo puedo expresar gratitud concreta hacia quienes invierten en mi crecimiento espiritual?

3. ¿Hay algo que el Espíritu me invita a compartir para sostener el ministerio que me alimenta?