Restaurar con mansedumbre

Lectura base: Gálatas 6:1–2

Tema: La verdadera espiritualidad se demuestra levantando al caído con humildad

Reflexión

Pablo pudo haber usado ejemplos fáciles para hablar de amor práctico —ayudar económicamente, acompañar a alguien en su trabajo, celebrar un logro—, pero no lo hizo. Fue directo a lo más difícil: cuando un hermano cae en pecado.

Ahí se revela si realmente andamos en el Espíritu o seguimos gobernados por la carne.

La palabra restaurar era usada para recomponer un hueso roto o remendar una red. La imagen no es de humillar, sino de sanar. Una iglesia llena del Espíritu no es un tribunal que sentencia, sino un taller que repara vidas.

Pablo dice que la tarea es de “ustedes que son espirituales”. No habla de una élite, sino de todos los que andan en el Espíritu. Y pide hacerlo con mansedumbre, conscientes de que también somos vulnerables.

Luego añade: “Lleven los unos las cargas de los otros y cumplan así la ley de Cristo.” (v.2)

Tim Keller comenta: “No puedes ayudar a llevar una carga si no te acercas lo suficiente a quien la lleva.”

Llevar cargas implica involucrarse: apoyar necesidades materiales, acompañar en luchas emocionales o espirituales, caminar junto al que enfrenta tentaciones y caídas.

En lugar de volver a poner el peso de la ley sobre otros, Pablo nos invita a cargar sus pesos con amor. Así cumplimos la ley de Cristo: amar como Él amó.

Verdad para atesorar

La madurez espiritual no se mide por cuánta ley conoces, sino por cómo restauras a quien ha caído y cómo ayudas a llevar su carga con humildad.

Oración

Señor, dame un corazón humilde para no juzgar al que tropieza, sino restaurarlo con tu amor. Hazme sensible a las cargas de mis hermanos y dame la valentía de acercarme para ayudar.

Preguntas para reflexión personal

1. ¿Cómo reaccionas cuando ves que alguien falla espiritualmente?

2. ¿Te acercas para restaurar o te alejas por juicio y orgullo?

3. ¿Qué carga concreta de algún hermano o hermana podrías ayudar a llevar esta semana?