Día 22: Cuando el miedo te hace olvidar
- Orlando Rodríguez Fonseca

- 5 ago
- 2 Min. de lectura
Lectura base: Gálatas 2:12
Tema: El miedo que modifica tu conducta sin tocar tu doctrina
El miedo puede tener un poder sutil, pero profundo. Sin hacer ruido, comienza a moldear nuestras acciones… aun cuando nuestras convicciones siguen intactas. Eso fue lo que le ocurrió a Pedro. Él no cambió su teología, pero sí su manera de actuar. Antes comía libremente con los gentiles, pero cuando llegaron ciertos judíos de Jerusalén, comenzó a apartarse. ¿Por qué? Porque tenía miedo. No a Dios, sino al juicio de los hombres.
Pedro ya sabía —por revelación de Jesús mismo y por su experiencia con Cornelio— que los gentiles eran parte del pueblo de Dios. Había visto al Espíritu Santo descender sobre ellos. Había defendido esta verdad ante los demás apóstoles. Pero en ese momento, la presión social fue más fuerte que su memoria espiritual.
Y no fue el único. En 1 Samuel 15, Saúl también desobedeció a Dios por temor. Confesó: “He pecado… porque temí al pueblo y escuché su voz.” (v.24). El miedo, cuando se convierte en consejero, te hace olvidar lo que Dios ya te ha dicho.
Por eso, Proverbios 29:25 nos advierte: “El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el Señor estará seguro.” El miedo al “qué dirán”, el temor a la crítica, la presión de querer agradar a todos… pueden ser trampas sutiles que nos apartan de vivir conforme al evangelio que creemos.
Aplicación final:
¿Estás actuando por convicción… o por presión?
¿Tu conducta refleja la verdad que conoces, o el miedo que callas?
Hoy es un buen día para recordar lo que Dios ya te enseñó.
No dejes que el miedo apague esa luz.
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