Adorar Intencionalmente
- Orlando Rodríguez Fonseca

- 12 nov
- 2 Min. de lectura
Texto base: Romanos 12:1 (NBLA)
Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de ustedes.
La adoración bíblica no es automática. No es una reacción emocional que simplemente ocurre por impulso. Pablo lo deja claro: nuestra adoración debe ser racional, consciente, deliberada… intencional.
La caída no nos quitó la necesidad de adorar; lo que hizo fue ofrecernos una línea infinita de ídolos alternativos. Por eso la adoración real requiere decisión. No puedo confiar en que mi corazón “fluirá” solo hacia Dios. No puedo vivir en automático espiritual.
Tengo que escoger.
Cada día debo redirigir mi adoración hacia el Dios que me creó. Si no soy intencional en adorar a Dios… sin darme cuenta terminaré adorando otra cosa. La vida, el sistema, la rutina, el afán… todos ejercen presión para arrastrarnos hacia ídolos menores.
La adoración requiere:
Actitud
Dirección
Decisión
Prioridad
Conciencia
Incluso cuando nos reunimos como iglesia. La adoración congregacional no inicia cuando el líder dice “Dios les bendiga” y comienza el primer cántico. Empieza antes:
Cuando el sábado decides no apagar la alarma para no llegar tarde.
Cuando oras antes de dormir.
Cuando meditas temprano.
Cuando llegas con expectativa… no por emoción, sino por decisión.
Somos extremadamente intencionales con el trabajo, con ahorrar para un viaje, con estudiar para obtener buena nota.
¿Por qué no ser aún más intencionales con la gloria de Dios?
La esencia es esta:
La adoración depende de la intención.
⸻
Preguntas para reflexionar hoy:
1. ¿En mis rutinas semanales… estoy adorando por impulso o por intención?
2. ¿Qué decisión práctica puedo tomar desde hoy para preparar mi corazón antes de congregarme?
3. ¿Hay algún aspecto donde soy más disciplinado por cosas terrenales que por Dios?
%20(100%20x%20100%20px).png)



Comentarios