“Señor… mejor que lo haga otro”

Texto base: Éxodo 4:13–14 (NBLA)

Moisés dijo: «Te ruego, Señor, envía ahora el mensaje por medio de quien Tú quieras». Entonces se encendió la ira del Señor contra Moisés…

La quinta objeción de Moisés es la más cruda, la más humana y la más honesta.

Ya no habla de incapacidad.

Ya no habla de desconocimiento.

Ya no habla del qué dirán.

Ni siquiera habla de limitaciones.

Ahora habla de ganas.

Moisés básicamente le dice a Dios:

“Señor… no quiero. Que lo haga otro.”

Esa frase revela algo profundo:

• desgaste emocional,

• desmotivación,

• miedo,

• evasión,

• deseo de escapar.

Y Dios se enoja… pero no lo descarta.

Observe esto con cuidado:

Dios añade a Aarón como ayuda,

pero NO reemplaza a Moisés.

En otras palabras:

Dios no cede al “no quiero” … pero sí añade apoyo.

Dios no quita el llamado… pero sí fortalece al llamado.

Dios no te cambia por otro… pero sí pone gente a tu lado.

Lo que Moisés quería era salir del compromiso.

Lo que Dios hizo fue equiparlo para cumplirlo.

Y así es con nosotros.

Cuando dices:

“Señor… escoge a otro. No quiero.”

Dios responde:

“No te reemplazo. Te acompaño. Te fortalezco.”

Porque, aunque tus emociones fluctúen…

el llamado de Dios permanece.

Preguntas para reflexionar hoy

1. ¿Qué área de mi vida estoy tratando de evadir porque no tengo ganas?

2. ¿Estoy pidiéndole a Dios que me reemplace… cuando Él quiere fortalecerme?

3. ¿A quién ha puesto Dios a mi lado como apoyo que no he sabido valorar?