“¿Y mis limitaciones?”
- Orlando Rodríguez Fonseca

- 28 nov
- 2 Min. de lectura
Texto base: Éxodo 4:10–11 (NBLA)
Moisés dijo al Señor: «…soy tardo en el habla y torpe de lengua». Y el Señor le respondió: «¿Quién dio la boca al hombre?… ¿No soy Yo, el Señor?»
La cuarta objeción de Moisés es una que todos conocemos muy bien:
“No te has fijado en mis limitaciones.”
Moisés básicamente le dice a Dios:
“Yo nunca he sido bueno hablando.
Ni antes, ni ahora… ni siquiera después de que Tú me hablaste.”
Moisés tenía claros sus dones:
pastorear ovejas, conocer rutas, sobrevivir en el desierto.
Pero hablarle a un Faraón…
presentar argumentos…
convencer a un pueblo…
Eso no era lo suyo.
Y él se lo dice a Dios con total transparencia.
Su frase revela tres cosas:
Nunca ha tenido esa habilidad.
Cree que Dios no se ha fijado en esa debilidad.
Asume que, a menos que Dios cambie esa discapacidad, él no puede obedecer.
Pero la respuesta de Dios rompe esa lógica humana por completo:
“¿Quién hizo la boca del hombre?”
Es como si Dios dijera:
“Moisés, Yo conozco tus talentos…
pero también conozco tus limitaciones.
Y ninguna de ellas me limita a Mí.”
Y aquí está el golpe para nosotros:
Dios no niega la debilidad de Moisés,
pero tampoco la considera un impedimento.
Cuando tú dices:
“No tengo el talento para eso…”
Dios responde:
“Yo formé tu boca.
Yo sé lo que puse en ti…
y sé lo que no puse también.”
Dios trabaja a través de tus dones, pero también trabaja a través de tus limitaciones.
A veces tus talentos glorifican a Dios…
pero tus limitaciones lo glorifican todavía más, porque muestran Su poder, no el tuyo.
Preguntas para reflexionar hoy
¿Qué limitación estoy usando como excusa para no obedecer a Dios?
¿Estoy más consciente de mis debilidades que de la suficiencia de Dios?
¿Qué pasaría si creyera que mis limitaciones no detienen el plan de Dios, sino que lo resaltan?
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