“¿Y si no me creen?”
- Orlando Rodríguez Fonseca

- 27 nov
- 2 Min. de lectura
Texto base: Éxodo 4:1 (NBLA)
Moisés respondió: «¿Y si no me creen ni escuchan mi voz? Porque quizá digan: “No se te ha aparecido el Señor”».
La tercera objeción de Moisés ya no es sobre él…
ni sobre Dios.
Ahora es sobre ellos.
Moisés entra en el terreno donde todos hemos estado:
“¿Qué dirán los demás?”
“¿Y si no me creen?”
“¿Y si no encajo?”
“¿Y si quedo mal?”
Este no es un temor espiritual… es un temor social.
Es miedo al fracaso público.
Es miedo a la vergüenza.
Es miedo a que la gente cuestione tu llamado, tus intenciones o tu obediencia.
Y Moisés se sincera con Dios:
“Yo no quiero quedar en vergüenza.”
Todos hemos dicho lo mismo… solo que, con otras palabras.
Pero mira cómo Dios responde.
No con un sermón.
No con un “anímate”.
No con elevar la autoestima.
Dios responde con señales:
Una vara que se convierte en serpiente.
Una mano que se vuelve leprosa y se sana.
Agua que se transforma en sangre.
Pero la belleza está en esto:
Las señales no eran para convencer al pueblo.
Eran para convencer a Moisés.
Era Dios diciendo:
“Yo respaldo lo que te envío a hacer. Aunque tú aún no lo entiendas… Yo voy contigo.”
Cuando entiendes eso, el temor al “qué dirán” pierde poder.
La confianza ya no depende de la aprobación de otros… sino del respaldo del que te envió.
Preguntas para reflexionar hoy
¿Cuál es mi mayor temor social cuando Dios me pide obediencia?
¿Estoy buscando el respaldo de Dios… o la aprobación de la gente?
¿Qué cambiaría hoy si creyera de verdad que Dios respalda lo que Él mismo me pidió hacer?
%20(100%20x%20100%20px).png)



Comentarios