Un mundo convertido en atracción
- Orlando Rodríguez Fonseca
- 22 oct 2020
- 4 Min. de lectura
Hace un tiempo atrás tuve el privilegio de tomar unas vacaciones en Disney. Me acuerdo del primer parque que visitamos, fue el reconocido Epcot Center. La primera atracción a la que decidimos subir fue una llamada “Soarin”. Es un simulador de un ala delta (hang glider) que vuela por California. Fue impresionante esta atracción, ya que tiene la capacidad de activar todos tus sentidos. Recuerdo que el simulador proyectaba un gran jardín y se podía sentir la brisa del lugar y oler las flores. Volaba a una altura baja sobre el mar y podía sentir el agua salpicar y el olor a sal. ¡Impresionante! Mi mente sabía que no era real, pero mis sentidos lo vivían como si lo fuera. Era engañado por los efectos y las ilusiones de tal manera que por más que miraba buscando algún defecto de la atracción no lograba ver el engaño y, tengo que confesar, en muchas ocasiones cerré los ojos del miedo. Al final de la travesía, cuando la pantalla se apagó, logré ver todo el montaje de esta atracción y visualizar que solo estaba a unos cuatros pies de altura.
¿Por qué te menciono esto? Porque me temo que el mundo en el que vivimos se ha convertido en una gran atracción donde mucha gente da por cierto lo que es irreal. Viven sumergidos entre ilusiones y efectos creyendo que viven la verdad. Las ideas posmodernas, modas, filosofías y entretenimiento han hecho del mundo una atracción tipo Disney. Muchos, solo se darán cuenta que vivieron engañados al final de la travesía. Creyeron que vivían la verdad, pero solo era una ilusión.
¿Qué es la verdad?
Pero, ¿qué es la verdad? Desde tiempos antiguos los seres humanos han vivido desesperados buscándola. De hecho, Pilato le dice a Jesús precisamente esta pregunta: ¿Qué es la verdad? Permíteme aportar un grano de arena a toda esta costa. La verdad es objetiva, es independiente, puede ser sensible, pero no sentimentalista (el hecho de que la verdad te confronte y provoque en ti un sentimiento de tristeza u odio no quiere decir que va a cambiar su postura porque te sientes así); además, tiene que ser revelada por un agente superior a la criatura y ese alguien es Dios. Por lo tanto, algunos definen la verdad como “lo que es coherente con la mente, voluntad, carácter, gloria y ser de Dios.” ¿Qué ocurre si la verdad surge de un ser creado y no de un agente superior? Precisamente lo que vemos hoy, verdades relativas. Cada uno con su propia verdad. De hecho, alguien dijo “que, si sacamos a Dios de la ecuación, el ser humano es capaz de creer cualquier cosa”. Precisamente es lo que hemos visto en este tiempo. Pablo ya lo había advertido: (Romanos 1:21) “Es cierto, ellos conocieron a Dios, pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. 22 Afirmaban ser sabios, pero se convirtieron en completos necios. 23 Y, en lugar de adorar al Dios inmortal y glorioso, rindieron culto a ídolos que ellos mismos se hicieron con forma de simples mortales, de aves, de animales de cuatro patas y de reptiles.”
La verdad revelada
Ahora bien, como ya dijimos, la fuente de la verdad tiene que ser un agente superior a las criaturas y ese agente es Dios. Dios se reveló a través de líderes y profetas en el Antiguo Testamento con el fin de dar a conocer la verdad (Ver 2 Pedro 1:19-21). Dios ha dicho que él es un Dios de verdad (Dt.32:4, Sal31: 5), las Escrituras son verdad por cuanto ahí se encuentra la revelación de Dios (Sal 119:160, Jn. 17:17) y, como parte de esa revelación progresiva, Jesús es la verdad encarnada (Jn.1:14, 17 / 14: 6). ¿Qué quiere decir esto? Que para vivir en la verdad tienes que ir a las Escrituras y conocer a Jesús. Él es la piedra angular en la vida; es la fuente en la que podemos creer y confiar. Tanto así que vino a “dar testimonio de la verdad”.
John MacArthur dice en su comentario de Juan: “Cristo proclamó la verdad sobre Dios, los hombres, el pecado, el juicio, la santidad, el amor, la vida eterna.” En otras palabras, todos los temas que han sido las grandes interrogantes de la vida, Dios las da a conocer por medio de la proclamación de Cristo. ¿Quién es Dios? El propósito del hombre, la naturaleza del mal, la vida después de la muerte, entre otros, solo tienen una verdad y la ofrece la única fuente verás; Dios.
La importancia de la verdad
Como una nota interesante antes de concluir, recuerden que les mencioné que solo cuando la atracción de “Soarin” terminó su viaje simulado fue cuando mis sentidos percibieron que era falso. Eso fue hace once años atrás y todavía sigo aquí sin pagar alguna consecuencia por el mero hecho de no alinear mis sentidos y pensamientos a la realidad. Sin embargo, la verdad tiene un peso mucho mayor a una atracción de Disney. Jesús nos dice que el destino eterno de la persona depende de lo que hagan con la verdad. Cuando se acabe la travesía por esta tierra y veas que lo que sentías y percibías no era verdad; cuando te des cuenta que tu verdad no era la verdad, ya será muy tarde.
Por eso te animo a acercarte, a buscar la verdad en las Escrituras, interactuar con ella más a menudo. Conocer al Jesús de los evangelios y proclamar la verdad a aquellos que han construidos con ladrillos de sus verdades relativas.
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